Migajas del Cambio
¿Es tu dieta una herramienta para combatir el cambio climático?
Es común que al hablar de cambio climático, sintamos ansiedad, angustia o incluso miedo. El panorama no pinta nada bien y a primera impresión, nada de lo que podamos hacer, puede contribuir a cambios significativos. Pero estas impresiones no son del todo correctas. Pequeños cambios en nuestras acciones diarias pueden ser la diferencia.
Cada vez que consumas hazte la pregunta, ¿cómo afecta al medio ambiente esta compra? Aún con esta noción en mente, es difícil saber concretamente qué acciones podemos tomar. Algo muy sencillo, y de lo que solamente tú tienes el control, es tu alimentación.
¿Sabías que el 78% de las emisiones de metano agrícolas y casi dos tercios de los gases de efecto invernadero agrícolas que se liberan en el mundo son producto de la ganadería? [1] La FAO alerta que la agricultura y la ganadería generan un 20% de los gases de efecto invernadero. Este impacto sólo es superado por el sector energético (47% de las emisiones) [2].
Pero entonces, ¿no comer carne es la solución? la respuesta es que no es tan sencillo como eso. Cambiar lo que comemos puede ayudar significativamente a alcanzar los objetivos climáticos sin necesidad de más innovaciones tecnológicas. Si bien, no podemos esperar que todas las personas adopten dietas vegetarianas, una transición a dietas basadas en plantas reduciría significativamente las emisiones y, al mismo tiempo, ahorraría recursos importantes como el agua y la energía [3].
Reducir el consumo de carne es importante, pero sustituirla por carnes con menor huella ecológica también puede marcar una gran diferencia: el pollo, el huevo, el pescado y carnes producidas localmente con procesos no industrializados tienden a tener un menor impacto ambiental [3]. Debemos aceptar el hecho de que las diferentes prácticas de producción de alimentos causan diferentes impactos climáticos. Consumir carne producida localmente reduce las emisiones necesarias en la cadena de transporte de productos de otros estados del país o de importación. Además de que por no ser producciones industriales los procesos suelen ser menos dañinos con los animales y con el territorio en el que se hacen.
Afortunadamente, hoy en día existen diversas iniciativas que promueven el consumo de frutas y verduras producidas localmente, así como de alternativas a las carnes rojas tradicionales. Un ejemplo de alternativa, son los insectos preparados por Raymundo, Eduardo y Alfredo con chapulín para su marca Chapi. Sus productos tienen un alto contenido proteico y prácticamente 0% grasa. Estas además de ser opciones de consumo local, se caracterizan por sus procesos artesanales y respetuosos con el medio ambiente.
Encuentra algunos de estos productos en nuestra tienda en línea. Y recuerda, cada vez que sientas impotencia por no saber cómo contribuir a contrarrestar el cambio climático, que la decisión está en tus manos, tus elecciones alimentarias son de gran ayuda para el planeta.
Fuentes:
[1] Recuperado el 22 de Abril del 2021 de: http://www.fao.org/zhc/detail-events/es/c/413853/
[2]Recuperado el 22 de Abril del 2021 de:
http://www.rtve.es/las-claves/dieta-alimentacion-causa-cambio-climatico-2018-05-31/
[3]Recuperado el 22 de Abril del 2021 de:
https://www.carbonbrief.org/experts-how-do-diets-need-to-change-to-meet-climate-targets