Desde las raíces
¿Qué tienen en común una escobetilla, un morral, un estropajo y un cepillo para cabello? que todos pueden ser producidos de fibra de maguey y/o lechuguilla, interesante ¿no?
Estos y otros productos más pueden ser producidos a partir de fibras completamente naturales. El día de hoy nos adentraremos a conocer un poco más sobre la historia de Wada y de Toñita, quien es artesana desde hace más de 20 años y forma parte de esta gran familia.
Te presentamos a Toñita, una mujer cien por ciento comprometida no únicamente con su trabajo, si no también con su comunidad; orgullosa artesana de los productos que se producen dentro de la misma, especialista en bordados desde los ocho años y secretaria del grupo Wada.
El principal propósito de Wada es transmitir, rescatar, preservar e innovar todos los saberes de la región en la que se encuentran, la cual es la comunidad de El Deca, situada en el municipio de Cardonal en Hidalgo. Estos conocimientos son principalmente la extracción de la fibra de la lechuguilla y del maguey y los productos que se puede realizar con sus propios derivados. De la lechuguilla, al igual que del maguey se puede extraer una fibra que es completamente vegetal; la lechuguilla es familia de los agaves y es una planta que se da principalmente en el monte de esta región.
El tiempo que tarda en crecer una lechuguilla para que puedan hacer uso de ella es entre cinco y seis años, esto depende del tipo de lechuguilla, la fibra sale específicamente de las pencas de estas plantas; en cuanto al maguey el tiempo de crecimiento es entre quince y veinticinco años, de esta planta también se extraen productos como el aguamiel que es convertido en pulque, dulces, pan, mermeladas, suplemento alimenticio, entre muchos otros.
Un dato muy interesante que nos compartió Toñita fue que para poder extraer 1kg de fibra o bien ixtle, como también se le conoce a esta fibra, se requiere un mínimo de cien pencas ya que hay algunas pencas de las cuales se puede extraer un poco más de fibra que de otras.
Algo que nos sorprendió mucho fue el conocer todos los productos que pueden derivar de estas plantas, el conocer que se puede hacer un uso completo de su materia, que es un producto que no causa desperdicios y que si por alguna razón los llega a haber son biodegradables.
Wada está conformada por catorce artesanos, cada artesano es especialista en un producto en específico lo cual quiere decir que no todos hacen lo mismo. Dentro de los productos que crean están bolsas, escobetillas estropajos, lazos, aretes, bordados, joyería, entre otros más. Wada, en su lengua materna significa maguey y se escribe realmente uadá, ellos decidieron poner el nombre con la W para facilitar la lectura.
Ellos decidieron fabricar este tipo de productos debido a que esta fibra ya no se vende como antes; esto sucedió desde que el plástico comenzó a ser parte de la vida diaria de las personas, mucha gente decidió dejar de comprar productos hechos artesanalmente ya que los productos fabricados a base de plástico los sustituían fácilmente y eran mucho más baratos. Esto desencadenó grandes consecuencias como el sobrante de material y la creación de mucha basura, esto de la mano de la contaminación por los plásticos producidos.
Si algo le apasiona a Toñita acerca de su trabajo dentro de su comunidad es encaminar a las siguientes generaciones, formar consciencia, estar en contacto con las personas; es por esto que desde los últimos cuatro años Toñita ha comenzado a dar cursos de bordado a las nuevas generaciones, principalmente a los niños para comenzar a transmitir todos sus conocimientos a las siguientes generaciones. Recordar que el maguey es una planta muy bondadosa con nosotros ya que de ella podemos hacer muchos productos, por esto y muchas más razones debemos de protegerla, plantarla y preservarla.
Definitivamente hay muchas cosas que aún no conocemos acerca de estas maravillosas plantas y de esta hermosa comunidad, sin embargo, en Tiendi estamos felices de saber que todos los días son distintos y que cada día podemos aprender cosas nuevas. El grupo Wada nos enseña que el transmitir nuestros conocimientos y el estar en contacto no sólo con la naturaleza, si no también con nuestra comunidad siempre puede traernos buenos beneficios.
Te invitamos a probar los productos de grupo Wada, recuerda que todos sus productos son biodegradables y que con cada compra estás permitiendo que esta comunidad se siga impulsando; pero más importante, que nos siga transmitiendo en materia transformada todos estos productos que vienen desde la raíz.