Mujeres sanando en el cuidado de la tierra: Entrevista con Claudia Chávez de Artesanal del Huerto
Jacinta Díaz-Corona
“Tenía que aprender a amarme a mí misma primero, no podía amar a los demás si no me amaba a mí. Y convencerme de que yo era bonita sin necesidad de los vestidos, de todo lo que me dijeron que yo no iba a ser nunca. Y fue pensando en eso [que surgió Artesanal del Huerto], es decir; no necesitamos maquillaje, no necesitamos de los salones de belleza, porque nosotras ya somos muy bonitas, aunque nos quieran convencer de lo contrario. Y por eso no tenemos maquillaje: con que estés limpia, con que huelas rico, con que te enamores de quién eres tú, es más que suficiente.”
Claudia Chávez, fundadora de la cooperativa Ver-D y de la línea de cuidado personal Artesanal del Huerto, nos platica de su experiencia como mujer que trabaja el campo, y cómo encontrar fuerza dentro del amor y el cuidado.
La historia de la cooperativa Ver-D nace del segundo embarazo de Claudia, cuando ella se da cuenta que ya no quiere vivir atrapada en una oficina sin poder ver a su familia y se enfrenta con la realidad de que necesita algo diferente para ser feliz. Dejó su trabajo regular y decidió reconectar con lo que siempre amó: la naturaleza.
Desde su abuela, quien le inculcó la importancia y la felicidad que se encuentra en la tierra, Claudia buscó nuevas formas de ser y de trabajar. Junto con otras mujeres, nace la cooperativa Ver-D hace casi 10 años.
Tiempo después, cuando el huerto ya daba lo suficiente para el autoconsumo y los cursos que daban estaban funcionado, la cooperativo quiso expandirse, buscar nuevos objetivos:
“Ya comemos lo que producimos, pero seguimos usando desodorante comercial, pasta de dientes comercial, todos los productos de cuidado personal pues se los sigo comprando a las marcas. Y volteé y dije: Pues aquí tengo las plantas medicinales y tengo el conocimiento de las plantas medicinales para poder hacer todo lo que yo necesito.”
El primer producto fue una pasta de dientes, que surgió por la necesidad del hijo menor de Claudia, que sufría de descalcificación. Desde que usa la pasta de dientes artesanal, su problema ha prácticamente desaparecido.
Además, la cosecha de las plantas medicinales sigue los ciclos lunares, ya que esto ayuda a que las propiedades de las plantas sean más intensas. Claudia se dio cuenta de esto durante las cosechas: con la luna llena sus plantas eran más pegajosas que con la luna nueva. Esto no solo aplica para las plantas, sino para las personas también y particularmente para las mujeres. El estar conectadas con la luna y con sus ciclos también ayuda a conectarse mejor con el ser mujer, lo cual está presente tanto en la cooperativa como en el desarrollo de sus productos.
Artesanal del Huerto surge de una búsqueda genuina por el amor propio. Para Claudia, hay que poder amarse para amar, y como mujeres se nos repite constantemente que no somos suficiente, que debemos de buscar la aprobación del otro. Claudia quería encontrar el amor por sí misma desde su propia belleza al igual que la belleza de todas las mujeres que la rodean:
“Estaba saliendo de una situación muy fuerte de violencia, y me costó mucho trabajo estar yendo a muchos psicólogos y muchas terapias en las que yo me sentía muy fea, decía: “estoy muy gorda”, “estoy fea”, “a mí nadie me va a querer, todas son más bonitas que yo”. Hasta que, en los grupos de mujeres donde todas nos sentíamos igual, yo veía mujeres muy bonitas que también se sentían feas. O sea, fueron muchísimas terapias hasta que un día me dije: “yo la veo muy bonita y ella se cree fea, ¿igual pasará conmigo?”
Artesanal del Huerto está hecho por mujeres que dejan ese amor en cada uno de sus productos. A través del huerto, que como dice Claudia es “su terapia”, cuidan y aman a sus plantas para cuidarse y amarse a ellas mismas. Además de todos los beneficios que hay en los productos naturales, Artesanal del Huerto se nutre y transmite el amor y el cuidado. Que ponerte crema sea como un apapacho, que verte al espejo sea reconocerte como bella y como merecedora de amor.
La cooperativa se organiza de forma completamente democrática y horizontal. Cada quien decide cuáles son sus tiempos y sus responsabilidades. Claudia hace énfasis en que todas ahí todas buscan ser felices y que sus compañeras sean felices. Muchos le han dicho que ese tipo de organización no dura: “pero ya llevamos 10 años, algo de eso funciona”.
En la cooperativa trabajan mayormente mujeres, y mientras que están cosechando, produciendo o envasando los productos de Artesanal del Huerto, ellas hablan: de sus familias, de sus amores, de sus tristezas. La energía es palpable en cada uno de sus productos porque ellas mismas se sanan a través de su creación.